Héctor Aníbal Giménez, conocido pastor evangelista desde los 17 años, saltó a la fama en Argentina a fines de los años 80. Previamente, había tenido una juventud turbulenta, con problemas legales que lo llevaron a estar prófugo del Instituto de Seguridad de Menores. Durante más de una década, su vida estuvo marcada por robos y detenciones, hasta su conversión al evangelismo.
Giménez se convirtió en uno de los primeros telepredicadores en Argentina, con sus propios programas en televisión y radio, llegando incluso a organizar eventos masivos en el famoso Estadio Luna Park de Buenos Aires. Su esposa en ese entonces, Irma López de Giménez, colaboró estrechamente con él como co-pastora hasta su separación en 1994, provocada por el descubrimiento de que Giménez tenía dos hijos con una asistente. Este escándalo le costó a Giménez un juicio millonario que implicó la pérdida de dos millones de dólares y diez propiedades, todas financiadas con donaciones dirigidas a la iglesia.
Acusaciones y Escándalos
A mediados de los 90, Giménez se vio envuelto en una causa judicial por estafa junto a su hermano. Para evitar un juicio oral, optó por una probation. En 1994, Irma lo denunció por daños y amenazas, e involucró en la acusación el maltrato a su hija. También se enfrentó a denuncias de estafa de fieles de su iglesia por la venta de una casa inexistente.
A pesar de las insistencias de las asociaciones de iglesias evangélicas para que suspendiera su ministerio, Giménez continuó con sus actividades, lo que le valió una suspensión por parte de la alianza evangélica. Finalmente, en 1999, se le ordenó realizar trabajos comunitarios para evitar un juicio oral por las acumuladas denuncias.
Expansión Internacional y Controversias Recientes
Giménez no solo continuó con sus actividades en Argentina, sino que también expandió su influencia eclesiástica a países como Uruguay, Brasil, Canadá y Miami en los Estados Unidos. En 2011, incursionó en la política apoyando a Carlos Reutemann como candidato a la presidencia a través del Partido Justicialista.
En marzo de 2020, en plena pandemia de COVID-19, Giménez protagonizó un nuevo escándalo al ser filmado vendiendo «alcohol en gel con poderes curativos» para tratar el coronavirus, lo que le generó una nueva denuncia por fraude y atentado contra la salud pública.
Un Imperio Basado en el Fraude
Héctor Aníbal Giménez y su exesposa, Irma López, construyeron un imperio bajo el manto del fraude y la estafa, abusando de la fe de sus seguidores. Décadas después de su divorcio, la disputa por el millonario botín continúa. Irma ha declarado que este imperio incluye avionetas, teatros, cines, innumerables propiedades y millones de dólares. A pesar de reconocer el origen ilícito de estos bienes, Irma no duda en reclamarlos como propios.
La pregunta que queda es: ¿deberían estos bienes ser restituidos a sus víctimas? Mientras ambas partes siguen luchando por la riqueza acumulada, el debate sobre justicia y restitución sigue abierto, dejando a muchos cuestionando el destino de estos activos provenientes de un engaño prolongado.
