Río Cuarto sería la base de operaciones para Argentina de una peligrosa secta internacional.
Se trata de la agrupación religiosa “Defensores de Cristo”, con conexiones en Venezuela, Brasil, España y México, donde varios de sus miembros son investigados por la Justicia por abuso sexual, reducción a la servidumbre, promoción de la prostitución y ejercicio ilegal de la medicina, entre otros cargos. Así lo denunció públicamente la ONG Libre Mentes, que trabaja con las víctimas y que viene investigando a la organización desde hace al menos dos años. Según se sabe, captan adeptos bajo la promesa de curar enfermedades muy graves, valiéndose de la desesperación de la gente, pero luego someten su voluntad.
Parece increíble, pero la ciudad es la base de operaciones de una secta internacional altamente peligrosa de origen mexicano. Se llama Defensores de Cristo y representa una verdadera amenaza. En el país azteca, la cúpula de la organización fue descabezada y varios de sus miembros afrontan cargos por vejámenes, abusos y otros delitos contra la integridad de las personas.
La denuncia proviene de la ONG Libre Mentes, que se especializa en el trabajo con las víctimas de la manipulación psicológica que ejercen las sectas, “ante el peligro que implica para la población”.
“Sabemos que el centro de operaciones lo tienen en Córdoba, precisamente en la localidad de Río Cuarto. Y el riesgo es evidente de que puedan captar chicos para vejaciones sexuales, ritos y otras perversidades, o estafen gente con mucho dinero para cursos o promesas de sanaciones”, precisó Pablo Salum, titular de la ONG Libre Mentes.
En nuestra ciudad, Defensores de Cristo funciona en un domicilio particular ubicado en La Rioja 1781, en el oeste de la ciudad (ver página 13).
La conexión mexicana
Defensores de Cristo registró un fuerte desarrollo en México, siempre con la metodología de captar fieles bajo la promesa de curaciones milagrosas y la salvación eterna.
Sin embargo, las prácticas de la secta alertaron a los familiares de las víctimas, que denunciaron todo ante la Justicia.
A comienzos de este año, tras una larga investigación de la Policía y Justicia mexicanas, se desbarató la cúpula de la secta, integrada por personas de distintas nacionalidades, incluido un argentino.
La Justicia de México avanza en múltiples cargos contra Defensores de Cristo. Entre ellos, abuso sexual, reducción a la servidumbre, estafa, daños físicos y psicológicos, corrupción de menores, promoción a la prostitución, ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos. Además, la investiga por eventual tráfico de órganos.
El grupo no sólo carecía de registro ante las autoridades, sino que además sus responsables “cobraban diversas cantidades de dinero a través del pago de diezmo” a personas a las que mantenían secuestradas.
Técnicas de captación
“Tenemos la certeza de que el grupo en la Argentina fue hasta México a realizar cursos, que son capacitaciones para copiar sus métodos de captación. Nosotros tenemos material que publican, con idénticos métodos de diseño gráfico, de probada eficacia para llamar la atención”, dijo Salum.
Un dato aberrante de la investigación en México es que entre las personas que se encontraban en el lugar donde se llevaron a cabo las detenciones había cinco menores, el más chico de ocho meses.
“La menor de 11 años estaba casada con un hombre de 40, porque así lo permiten las creencias de la secta”, indicó un medio mexicano.
Redes
Asimismo, Salum precisó: “Usan mucho las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter. Uno de los líderes, un español de nombre Tito, tenía en su cuenta más de 48 mil seguidores. Desde allí bajaba línea y captaba personas, adultos o menores”.
Acerca del funcionamiento de los grupos, el titular de Libre Mentes manifestó que “si bien se afirma que con las detenciones en México se cayó la cúpula, hay que decir que estas bandas se reorganizan para seguir operando, entonces modifican el nombre, se mueven a otra ciudad o a otro país, y hacen exactamente lo mismo que antes”.
Además, advirtió: “El peligro de que se ramifiquen aquí es altísimo. Queremos decirlo, no para meter miedo, sino para prevenir”.
FUENTE: http://puntal.com.ar/notiPortal.php?id=118656