En la provincia de Córdoba, el Movimiento NEW AGE se está convirtiendo en una preocupación cada vez más palpable. Considerada por muchos como la capital de organizaciones coercitivas peligrosas, Córdoba atrae a personas en busca de nuevas espiritualidades, pero detrás de esta búsqueda se esconden riesgos significativos.
Los promotores de estas corrientes a menudo sostienen que la región es un “polo energético muy potente”, lo que ha propiciado la proliferación de “MAESTROS” que ofrecen diversas prácticas espirituales y de bienestar. Sin títulos académicos ni regulaciones que respalden sus conocimientos, encontramos desde guías de meditación hasta chamanes, todos ellos prometiendo soluciones rápidas para una vida plena. Sin embargo, esta situación se ha convertido en un lucrativo negocio que frecuentemente deja daños irreparables.
Las prácticas que promueven no están exentas de riesgos. Desde dietas extremas que pueden causar trastornos físicos y psicológicos, hasta la ingestión de sustancias alucinógenas como el peyote o la ayahuasca. Algunos grupos promueven el respiracionismo, que implica abstenerse de alimentos y agua. Además, ofrecen terapias que afirman sanar el alma o expandir la conciencia, muchas veces al margen de la ciencia y sin un enfoque basado en la evidencia.
El impacto de estas ideologías anti-científicas es alarmante. Muchos de estos grupos se oponen al uso de medicamentos convencionales, incluyendo antibióticos y vacunas. Este cuestionamiento de la medicina tradicional, bajo una filosofía “ANTI-SISTEMA”, pone en peligro no solo a los seguidores, sino también a sus familias, especialmente a los más vulnerables.
Es fundamental visibilizar las prácticas delirantes y a menudo peligrosas que estas organizaciones promueven. Por eso, compartimos un video que no es apto para menores, que ilustra la inconsciencia que puede surgir de estas ideologías. Ninguna madre en pleno uso de sus facultades mentales permitiría que su bebé sea sometido a tales situaciones.
La falta de regulación y control sobre estos grupos es inquietante. Sin la supervisión adecuada, las personas más vulnerables continúan siendo blanco de estas manipulaciones. El llamado es a tomar conciencia, educarse sobre los riesgos y rechazar cualquier práctica que ponga en peligro la salud física, psicológica y emocional.
En resumen, la proliferación del Movimiento NEW AGE en Córdoba destaca la necesidad urgente de crear conciencia sobre estos grupos y sus prácticas. La salud y el bienestar no deben ser objeto de negocio a expensas de la vulnerabilidad de las personas. Es esencial fomentar un espacio de reflexión y diálogo que asegure el bienestar colectivo y denuncie cualquier tipo de coerción.