El Infierno de Paulita en la Escuela de Yoga de Juan Percowicz, cuando tenes 16 años y la idea de la depresión se incorpora en la mirada de tu mama, el mundo deja de ser ese lugar seguro y se transforma en un temor creciente que se carga muchas veces en soledad y en otras como en mi caso con mi familia.
Una serie de datos precisos y constantes están grabados en mi cuerpo y en mi memoria dejando huellas en cada sentimiento que aflora desde el inicio de
mi historia en el año 1985…
Curiosamente quedaban atrás los despojos de la dictadura, las cárceles internas y externas iban sanando para tanta gente al compás que en mi vida esa cárcel comenzaba a construirse desde el interior más absoluto de mi creciente adolescencia.
Juan… ese era el nombre de la persona que casi mágicamente saco esa mirada perdida de la cara de mi mama. En ese momento que importaban los apellidos? Mis tías mi madre y yo veíamos ese renacer luminoso en ella y nada mas importaba. Pero en este momento considero injusto nombrarlo tan solo con su nombre, injusto para el, para mi, y para tantos que ojala no se crucen nunca en su camino pero seguro lo harán porque esta hombre con nombre y apellido Dr .Juan Percowicz aun hoy camina libre por mi país.
Cada viernes un grupo reducido de personas nos reuníamos con el maestro Juan así le decíamos.
Yo lo escuchaba atenta con los ojos abiertos y mi alma expuesta intentando entender, intentando disimular mi vergüenza cuando no podía asimilar tanto conocimiento filosófico y espiritual. Las palabras brotaban de su boca y mi ignorancia típica mezclada con mis fantasías adolescentes se fundía en un combo perfecto para estos seres.
Mi sorpresa iba en aumento así como mí sentido de pertenencia, refugiada entre mis afectos más cercanos, mi madre, mis tías mi novio. El mundo volvía a ser ese lugar seguro.
La incorporación de más gente me otorgo la posibilidad de que Juan me pusiera a cargo de algunos de ellos. Mi ego se encaminaba rápidamente hacia la evolución, esa evolución que tanto buscábamos y que solo era sostenida bajo discursos misteriosos y poco claros pero que de ninguna manera podíamos objetar. Objetar solo seria dejar en manifiesto mi ignorancia.
La mejor manera de calmar cualquier principio de duda era medicarnos. La medicación era suministrada por la mano derecha de Juan a través de unas gotas que provocaban efectos colaterales que ni valen la pena mencionar ya que son mínimos comparados a los efectos psicológicos a los que nos vimos expuestos…..Claro esta que estas gotas mágicas y obligatorias tenían un alto valor en dólares que teníamos que pagar mensualmente sin excepción.
Puedo mencionar algunas de las practicas y enseñanzas a las que fuimos expuesta; Por ejemplo la experiencia de los celos que sentí hacia mi novio, me hicieron merecedora de una “cura ” ejemplar que Juan ordeno. Compartirlo con otra persona, ser testigo y participe de estos actos que solo me despojarían el alma de sentimientos nocivos y me harían crecer. Ese fue su mandato. Así que envuelta en situaciones promiscuas limpiaba mi alma ….
Cuando sos niño el universo se resume a tu casa, vas creciendo y ese universo va incorporando escuelas, amigos, maestros, pares. Pero que pasaría si todo tu entorno, todo tu universo coopera para que sientas que eso es lo natural ?. Y que solo ese es el camino correcto?.En mi caso lo que paso fue que me convirtieron en un vehículo para un fin que lejos de evolucionar el alma acrecentaron las cuentas bancarias de unos pocos.
Desgarrador testimonio de joven abusada dentro de la “secta” Escuela de Yoga de Bs As
Así fue que pasaron los años y mi vida era una disociación, por un lado mantener mi estudio que me haría una prolifera integrante mas evolucionada de la pirámide típica de estas sectas.
(Recuerdo estudiar en geometría que existen varias clases de pirámides pero yo solo conocía una, cuyo ápice era llamado Juan).
Y por otro lado el de soportar humillaciones constantemente hasta asimilar que eso es lo normal.
Me dolió el día que a mi novio se le asigno otra mujer que por su edad podía ser su madre (el apenas tenia 16) en ese momento perdí algo muy importante en mi vida.
Nos citaron a una reunión secreta con el maestro y quince jóvenes más. Teníamos una misión muy importante; atraer señores de dinero y poder que fueran convenientes. Cada noche salíamos en grupo en busca de ese fin avalados por todos nuestros superiores. La explotación sexual que tanto es mencionada por todos lados en mi micromundo se reducía a prácticas cotidianas sin importar preferencia sexual, sin importar si quería o no ser usada una y mil veces. Mi querer no formaba parte de mi si no de mis líderes o de las llamadas altas jerarquías. Estas practicas que ahora repudio y miro incrédula desde afuera, fueron tan solo el resultado de la manipulación atroz a la que me encontraba sometida. Para ser más clara hablo de menores de jóvenes a la deriva de adultos que jugaban con nuestra vida a la ruleta rusa con un perverso fin porque nunca estuve más lejos de la palabra espiritualidad que en aquellos años de mi vida.
Que podíamos querer mas que cumplir esos mandatos? si de ellos dependían nuestra evolución.
Senadores, personas de importante cargo a nivel estatal eran concurrentes al grupo y por supuesto eran recibidos con regalos importantes, en este caso yo.
Podría contar 7 años en detalles pero aun son agobiantes recordarlos, se me escapan algunos nombres y otros quedan grabados como el de Andrea que algunas veces se negó a atender señores octogenarios y fue humillada y golpeada hasta olvidarse de su nombre.
Por diferentes causas me fui alejando también lo hicieron mi madre y una tía. Lamentablemente otra persona que amaba fue expulsada y termino suicidándose, todo su mundo conocido se reducía a una estructura tan firme dominante que al salir de el ya nada importaba. Algunos tuvimos mas fuerza o la fortuna de encontrar apoyo fuera de ese circulo.
Contar lo que me paso fue un proceso doloroso y paulatino que me llevo más de diez años y terapia con psiquiatra experto en temas sobre sectas.
Muchas veces somos vulnerables a determinadas situaciones que hasta el día de hoy están de alguna manera avaladas por el sistema, no hay regulación ni leyes. Lo que si hay es gente como Juan Percowicz marcando vidas anónimas como la mía como la de Andrea y tantos mas…
Narración de la Historia realizada por la Escritora Leonor Garcia para el proyecto anti sectas.
Muchas gracias Paulita por tu coraje para brindarnos tu historia, sos un ejemplo de vida!